Situación: Rotonda final de la Avenida de la Raza (Sevilla).
Contexto: Camino hacia el trabajo en Viernes de Feria de Abril.
Dispositivo: Un carril cortado con balizas y tres guardias civiles.
- El que para a los coches, con cara de mala leche.
- El que hace la prueba, que fue de simpático.
- Uno que se queda quieto, al fondo, supongo que por si a alguien le da por fugarse.
El malaleche paró a dos delante mía, ya me veía yo venir que me iba a tocar.
A grandes rasgos este fue el diálogo entre el simpático y yo:
- Hola buenos días, estamos haciendo un control de alcoholemia, ¿tiene usted algún inconveniente?
- No, adelante
- Abra usted la bolsa e insértelo en el dispositivo,- dijo mientras me daba la boquilla (o pipo).
Inserté el pipo en alcoholímetro y me dijo que soplara hasta que él me avisara.
Comencé a soplar con todo mi torrente, ¡acostumbrado a las espirometrías en el alergólogo! y el guarda me dijo que "mas tranquilo".
- ¿Ha bebido usted algo?,- Me dijo con el alcoholímetro en su mano
- No ...,- le respondí, - ¿Qué es lo que sale?
- Nada,- y me enseñó que ponía cero,- Siga usted adelante. Quédese la boquilla de recuerdo.
¿Porqué me preguntó si había bebido si ponía un enorme 0,0?
Supongo que, si yo hubiera respondido que sí me hubiera vuelto a hacer la prueba con otro aparato.
No lo se. Las cosas de la Guardia Civil... El caso es que llegué tarde a trabajar.
2 comentarios:
Deja que pierdas la virginidad con un control de los nacionales en dispositivo de prevención de atentado terrorista, que entonces es cuando vas a flipar :-D
Me tocó vivir uno en las proximidades de Puerta de Jerez hace unos años y ahí no hay un puto simpático :-) Todos con metralletas en las manos pidiéndote los DNIs y preguntándote dónde vas, de dónde vienes y por qué :)
El día que eso pase no pararé el coche al grito de "Alá es grande!!!!!"
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